martes, 21 de enero de 2020

Las fresas 1: Reproducción asexual de las fresas

REPRODUCCIÓN ASEXUAL DE LAS FRESAS

Fragaria vesca, conocida comúnmente como fresa, conocida por su fragancia, es una fruta cónica casi redonda que suele rondar los 20 cm de diámetro.
Los sépalos verdes rodean un engrosamiento rojo del receptáculo floral que contiene las semillas. Esta modificación carnosa, conocida vulgarmente como moco,  contiene las pepitas de color amarillo que conocemos como aquenios, que son  los verdaderos frutos. 
Cada fresa contiene aproximadamente de 150 a 200 aquenios.

En el huerto podremos observar que las plantación de fresas va creciendo a través de unas estructuras reproductoras llamadas estolones.
La fresa tiene unos pequeños tallos que se van arrastrando a lo largo de la tierra y que, a su vez, van generando otras raíces para el crecimiento de nuevas plantas.


Estos tallos los conocemos como estolones y son un tipo de tallo que tienen las plantas que suelen nacer en la base de los tallos principales. Son tallos rastreros y más débiles que se desarrollan en la superficie del suelo o incluso debajo del mismo que favorecen la extensión de la planta por reproducción asexual.
Es muy interesante observar su desarrollo en el huerto y comprobar cómo la fresa, fuente de vitamina C, florece desde finales de invierno hasta principios de verano cubriendo y tapizando nuestra superficie de plantación.
¡Os animamos a que trabajéis con ellas chicos!
    ¡A por ello!
Por José María Sánchez Espinosa, profesor de Biología y Geología del IES Juanelo Turriano. 

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