REPRODUCCIÓN
ASEXUAL DE LAS FRESAS
Fragaria vesca, conocida
comúnmente como fresa, conocida por su fragancia, es una fruta cónica
casi redonda que suele rondar los 20 cm de diámetro.
Los sépalos verdes rodean un engrosamiento rojo del receptáculo
floral que contiene las semillas. Esta modificación carnosa, conocida
vulgarmente como moco, contiene las
pepitas de color amarillo que conocemos como aquenios, que son los verdaderos frutos.
Cada fresa contiene aproximadamente de 150 a 200 aquenios.
En el huerto podremos observar que las plantación de fresas va
creciendo a través de unas estructuras reproductoras llamadas estolones.
La fresa tiene unos pequeños tallos que se van arrastrando a lo
largo de la tierra y que, a su vez, van generando otras raíces para el
crecimiento de nuevas plantas.
Estos tallos los conocemos como estolones y son un tipo de
tallo que tienen las plantas que suelen nacer en la base de los tallos
principales. Son tallos rastreros y más débiles que se desarrollan en la
superficie del suelo o incluso debajo del mismo que favorecen la extensión de
la planta por reproducción asexual.
Es muy interesante observar su desarrollo en el huerto y
comprobar cómo la fresa, fuente de vitamina C, florece desde finales de
invierno hasta principios de verano cubriendo y tapizando nuestra superficie de
plantación.
¡Os animamos a que trabajéis con ellas chicos!
¡A por ello!
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